“Animamos a nuestros empleados a que, además de su trabajo diario, estén el 20% de su jornada laboral realizando actividades que ellos mismos consideren que van a beneficiar a la compañía”.
Antes de formular un rápido prejuicio y pensar que esta frase es un auténtico disparate, deberías saber que, quién la pronunció, fue Larry Page, el fundador de Google.
Uno de los motivos que llevaron a Page a abanderar esta filosofía empresarial es que la felicidad y bienestar aumentan la productividad del equipo. Según una publicación de la Universidad de Wawrwick, los empleados que están contentos son hasta un 12% más productivos.
Teniendo esto en cuenta, merece mucho la pena invertir en la felicidad de tu equipo.
“La felicidad aumenta hasta en un 12% la productividad laboral”
Entonces, ¿todo vale? Si bien es cierto que la felicidad de tu equipo tiene una incidencia directa en la productividad de la compañía no todas las actividades y proyectos tienen la misma repercusión.
El objetivo es que tu empleado se sienta mejor no sólo mentalmente sino, también, físicamente.
¿Por qué hay que fomentar la actividad física en la oficina?
Numerosos estudios concluyen que nuestra capacidad y rendimiento mental están estrechamente relacionados con el bienestar físico. Cuando hacemos deporte, nuestro cuerpo libera endorfinas que son las responsables del bienestar y positivismo. Además, el deporte nos hace sentir más productivos y resilientes para resolver problemas.
Según apuntan desde Harvard Business Review, incorporar el ejercicio regular en tu rutina consigue:
* Aumentar la capacidad de concentración
* Desarrollar la memoria
* Agilizar el aprendizaje
* Prolongar la resistencia mental
* Mejorar la creatividad
* Disminuir el estrés
Para la empresa, tener empleados que hagan deporte con regularidad también resulta muy interesante. Según apuntan desde Top Employers, las empresas que fomentan la práctica de la actividad física entre sus empleados logran reducir la tasa de absentismo un 25%. Esto, traducido en dinero implica un ahorro de 313 euros anuales por empleado, según indican desde la Universidad de Vigo.
En España ya hay empresas que fomentan la actividad física.
En España, tenemos ejemplos notables de empresas que ya están invirtiendo esfuerzos para que sus empleados hagan ejercicio físico.
Sin ir más lejos, en Asics Iberia, disponemos, en nuestras oficinas, de un gimnasio completamente equipado, organizamos clases programadas y damos beneficios (sesiones de fisioterapia) a aquellas personas que realizan, regularmente, actividades deportivas.
El grupo Mahou San Miguel, por su parte, subvenciona y pone facilidades para que sus empleados hagan deporte. Esto implica pagarles el gimnasio o material deportivo e, incluso, ser más flexibles en el horario laboral para conseguir que hagan deporte.
También en VW-Audi, organizan, frecuentemente, eventos y competiciones deportivas entre sus empleados como, por ejemplo, carreras, sesiones programadas o jornadas deportivas.
3 estrategias para incorporar con éxito la actividad física a tu empresa.
Del dicho al hecho hay un trecho, dice el refrán. Sobre el papel, parece evidente que la actividad física es muy interesante para mejorar la productividad de la empresa y, por tanto, para aumentar la cuenta de resultados. Pero resulta más complicado convencer a tu equipo de que eso les beneficiará también a ellos.
Sobre todo, teniendo en cuenta que, según recoge el CIS, el 35% de los españoles no hace ningún tipo de actividad física.
Ni tan si quiera, caminar o dar un paseo en bicicleta. Tu reto está en conseguir que tu equipo quiera hacer deporte.
¿Cómo?
1. Liderar con el ejemplo.
Los bebés empiezan a caminar porque ven que sus padres se sostienen sobre las dos piernas. Nadie les explica ni les enseña que deben caminar. Entonces, ¿Por qué caminan? Una de las mejores estrategias pedagógicas es el ejemplo. No vas a lograr incorporar la actividad física en tu empresa si tú no eres capaz de demostrar al resto del equipo que estás convencido de que el deporte es bueno para ti y para la empresa.
El Barómetro sobre el Movimiento en España asegura que el 70% de los españoles considera que su empresa fomenta el sedentarismo. En parte, porque son pocos los líderes que se atreven a cambiar la corbata por el pantalón corto y ponerse a sudar delante de su equipo… ¡Más de uno se sorprendería si supiera cómo mejora la comunicación en la empresa cuando se realizan actividades de este tipo!
2. Facilitar las cosas.
Mira a tu alrededor. En tu oficina hay gente que tiene hijos, otros que están estudiando o simplemente, personas que están realmente ocupadas. Para todo el mundo resulta complicado encontrar un lugar y un momento en medio de la vorágine semanal para hacer deporte. Tu trabajo, como líder, debe ser el de facilitar las cosas.
Si tienes la opción, habilita un lugar para que tu equipo pueda hacer deporte en la oficina. No hace falta empezar con algo muy ambicioso. Incluso, tampoco hace falta que tengas un espacio físico para ello. Evidentemente, no todas las empresas pueden incluir un gimnasio en sus oficinas.
Pero estoy convencido de que sí puedes organizar salidas de running cada semana o paseos en bicicleta. O, incluso, seguro que hay un gimnasio cerca de tu empresa con el que puedes llegar a un tipo de acuerdo para conseguir que tu equipo tenga más facilidades para incorporar el deporte a su rutina diaria.
3. Adaptarse a las necesidades de tu equipo.
Aunque comer es imprescindible no a todo el mundo le gusta lo mismo. Con el deporte pasa algo parecido. Si bien es cierto que sus beneficios son innegables, no a todo el mundo tiene que gustarle el mismo tipo de actividades. Sería un tremendo error limitar tu propuesta para la actividad física a dos o tres máquinas de musculación y cardio.
“No a todo el mundo le gusta lo mismo”
Pregunta, escucha y apunta.
¿Qué necesidades tiene tu equipo? Quizás descubres que a la mayoría de la oficina le encantaría recibir clases de bailes de salón, ¡pues perfecto!. Si el pretexto es hacer deporte, no tengas ni miedo, ni vergüenza en organizar una actividad en el que tu equipo se sienta cómodo.
Yo recientemente descubrí lo divertido que puede llegar a ser una clase de Zumba…