Always People First

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Cómo generar un ambiente de trabajo productivo 

SCROLL

Lo de proclamar aquello de que las personas siempre son lo primero no tendría mucho sentido si uno de sus objetivos finales no fuera, mejorar la productividad de la empresa. En parte, porque -nos guste más o menos- vivimos en una sociedad capitalista y aquellas proezas que no tienen un resultado tangible se quedan en pura palabrería.


Las personas siempre van primero porque todo lo que pasa en la empresa pasa porque tu equipo hace que pase. Ellos son los que crean tus productos, los que venden a tu target y los que atienden a tus clientes. Y, aunque parezca una obviedad, a veces olvidamos que tus clientes también son personas.


Es fundamental tener en consideración a las personas a lo largo de tu estrategiaempresarial y buscar, constantemente,  maneras para mejorar la eficacia de tu equipo. Para mí, optimizar la productividad de la empresa pasa por mejorar la productividad del equipo. Y para mejorar la productividad de tu equipo considero imprescindible estos tres pasos.

 

1. Generar confianza.

 

¿Cuántos amigos tienes? No me refiero a contactos en LinkedIn o en amigos en Facebook. Me refiero a amigos de verdad. Cuando las cosas nos van bien, son muchos los que nos dan palmadas en la espalda y nos ríen las gracias. Pero sólo los buenos amigos son capaces de avisarnos cuando nos estamos equivocando. Y, siendo honestos, contarás con muy pocos amigos de este tipo.



Para recriminar a alguien cuando un comportamiento no es el adecuado o un trabajo no cumple las expectativas, hace falta exponerse a una mala respuesta, pasar un poco de vergüenza y armarse de valor para decir aquello que se puede hacer mejor. En definitiva, hay que querer mucho a la otra persona porque sólo los buenos amigos son capaces de exigirte tu mejor versión.



En un equipo profesional es necesario crear ese ambiente de camaradería y compañerismo en el que todos se sientan lo suficientemente confiados como para no tener miedo de exigir una mejor versión de su compañero. La exigencia es el camino más corto para llegar al corazón del empleado si sabe que le aprecias y le valoras como persona.


Explica Patrick Lencioni que “el deseo de conservar una armonía artificial frena la aparición del conflicto ideológico y productivo”. Entiéndase que el conflicto aquí no es un sinónimo de confrontación, sino, más bien, de afán de “tomar decisiones de manera oportuna y definitiva”. El conflicto saludable redunda siempre en un trabajo más eficiente y productivo por parte del equipo.

 

2. Delegar responsabilidades.


Si tu equipo fuera una clase del colegio, ¿quién levantaría la mano cada vez que el profesor preguntase algo? Si en tu cabeza tienes uno o ningún nombre es que hay algo que puedes hacer mejor. El objetivo es conseguir que en tu equipo, todos estén involucrados y sean capaces de asumir responsabilidades cuando se les requieran.


Pero, ¿cómo conseguir que tu equipo asuma responsabilidades? Es imposible lograr, de la noche a la mañana, que una persona empiece a tomar decisiones y a jugar un papel relevante en la empresa. Los miembros de tu equipo de trabajo tienen que aprender a empoderarse por si solos. Tu papel, como líder, consiste en darles la motivación y el conocimiento necesario para que ellos puedan tomar buenas decisiones y asumir responsabilidades.


Un primer paso puede ser el de darles nuevas oportunidades y felicitarles cuando se lo merezcan. Según un estudio de TNS, el 83% de los empleados con un alto nivel de engagement afirma que está altamente satisfecho con el reconocimiento que recibe por parte de su supervisor cuando realiza un buen trabajo.


3. Los resultados mandan.


Los más cinéfilos recordarán esta cita: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Más allá del contexto cinematográfico, considero que esta frase tiene una gran repercusión en la gestión de equipos profesionales. Es importante hacer saber a cada miembro de tu equipo que son dueños de sus decisiones y esclavos de sus consecuencias.


Una de las mejores maneras para aprender es equivocándose y sólo se puede crecer profesionalmente cuando se siente un proyecto como algo personal. En una empresa hay días de sol, cuando todo va bien, y días de lluvia, cuando todo se tuerce. 

Cuando en Asics hemos tenido una temporada con dificultades, me ha sorprendido gratamente ver como mi equipo se involucraba y buscaba proactivamente soluciones al respecto. Y lo hacían por ellos y por mí.


AlwaysPeopleFirst busca crear esta atmósfera en la que tu equipo sea parte integrante de la solución. Una empresa productiva es inconcebible sin un equipo productivo. Al final, las personas, siempre son los primero.


Lencioni, P. (2017) Equipos Ideales. Narrativa Empresarial