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Cómo apoyar a los empleados que quedan tras un despido masivo 

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El cambio nos produce estrés. 

Puede que cada uno de nosotros lo note en mayor o menor grado, pero la realidad es que si hacemos una lista con los principales aspectos estresantes que nos afectan hoy en día comprobaríamos que todas aquellas situaciones y/o decisiones que nos producen un cierto nivel de incertidumbre forman parte de la selección.

Esto es algo de lo que estamos siendo más conscientes en estos últimos meses en los que, precisamente, hemos tenido los nervios a prueba casi constantemente. Especialmente a nivel personal, pero también en clave profesional y es que la crisis sanitaria ha dado lugar a un desajuste social y económico que ha tenido importantes consecuencias –en algunos casos negativas– en muchas empresas.


No son pocas las organizaciones que se han visto obligadas a tomar medidas drásticas para sobrevivir a la situación. Medidas que en algunos casos han supuesto la aplicación de ERTES –Expedientes de Regulación de Empleo Temporal–, en otros despidos masivos y, en los peores casos, el cierre de la empresa con el correspondiente cese de la actividad profesional de toda la organización.


Hoy me centraré en hablar de una de estas consecuencias principalmente: los despidos masivos. Y es que, pocas circunstancias son tan confusas y estresantes para un empleado como la marcha repentina de varios compañeros de trabajo a la vez. La tensión por si será necesario despedir a más personas y ellos serán los siguientes en tener que abandonar su puesto, la desorganización que produce en los equipos, la falta de personal para cubrir todo el trabajo existente… Todo termina por enrarecer el ambiente laboral y afectar a la productividad y motivación de los empleados que se han quedado en la empresa.


Para que todo esto no ocurra el papel de los líderes es clave. Aquí van algunas claves para gestionar a tu equipo tras un despido masivo.


Afronta la situación.


Dejar que el tiempo pase y las aguas se calmen no suele ser una buena idea, pero en este caso puede ser todavía más contraproducente, ya que lo único que lograrás siendo poco transparente es menoscabar el estado de ánimo del equipo. Son los pequeños gestos los que marcan la diferencia, por ello, debes afrontar lo que ha ocurrido y ser capaz de dar una explicación cara a cara de por qué ha sido necesario tomar una decisión así. 

Es tu responsabilidad como líder y un punto a favor como persona.


Escucha a tu equipo.


Es muy probable que se sientan desconcertados, preocupados, conmocionados y hasta decepcionados. Necesitan por tanto tu apoyo, pero también tu empatía y atención

Saber qué opina tu equipo y realizar sesiones para que pueda aportar su feedback es siempre positivo y en este tipo de situaciones, más todavía. Déjales que se expresen, que se quejen, incluso. Solo conociendo sus comentarios y frustraciones serás capaz de conectar con tu equipo y demostrar que pueden confiar en ti de la misma forma que tú confías en ellos.


Intenta buscar la parte positiva.


Puede que ahora mismo sea difícil encontrar algo bueno en un despido masivo. Pero existe en prácticamente todas las situaciones, esta incluida. No hace falta caer en el optimismo exagerado. Basta con analizar la realidad, enfatizar todo aquello que sí funciona en la organización y poner sobre la mesa que la nueva realidad de la empresa es más sana y viable.